Son ciertos productos, pero también algunos elementos en particular, los que forman parte fundamental de la limpieza diaria de nuestra casa, con sus diversos objetos y superficies. Entre todos ellos, no podemos dejar de hacer alusión aquí a las esponjas.

Si pasaron más de 15 días desde que comenzaste a utilizar tus esponjas de cocina recién compradas, debemos decirte que este tiempo es más que suficiente para que en su interior se prolifere una enorme cantidad de hongos y bacterias que podrían terminar por afectar tu salud. Ante este panorama, resultará crucial actuar de inmediato.

¿De qué modo? A través de una sencilla, pero a la vez profunda limpieza de tus esponjas. Para ello, tendrás que llevar a cabo el procedimiento que te compartiremos a continuación y que tiene que ver con la implementación de un ingrediente que rara vez está ausente en tu cocina: nos referimos a la sal, en combinación con otros pocos elementos.

El primer paso implica que coloques tus esponjas sobre un recipiente grande. A continuación, tendrás que añadir un poco de detergente sobre la parte superior. Como paso siguiente, tendrás que colocar también un poco de vinagre blanco y con tus manos deberás hacer presión para que los ingredientes se integren del modo apropiado y hagan su efecto.

El paso siguiente será traspasar tu esponja a un nuevo recipiente vacío, donde le tendrás que colocar una cucharada abundante de sal, seguida por agua caliente hasta que tu esponja quede completamente cubierta con ella.

Tendrás que dejar tu esponja en reposo de esta forma durante un total de 15 minutos. En último lugar, deberás enjuagarla con abundante agua limpia para que, de este modo tan sencillo, quede completamente limpia y libre de bacterias. Podés replicar este truco con todas las esponjas que tengas en tu casa para lograr así que se vean como nuevas.