El pan, ese alimento milenario que acompañó a la humanidad desde sus albores, sigue siendo un pilar en la dieta de muchas culturas alrededor del mundo. Su elaboración, que parece sencilla, es en realidad un arte que combina ciencia y paciencia. La receta básica tradicional del pan casero se compone de cuatro ingredientes fundamentales: harina, agua, levadura y sal.
La proporción y calidad de estos componentes, junto con el método de amasado y fermentación, determinarán la textura y sabor del producto final. Sin embargo, en esta oportunidad, te traemos una receta de pan con menos ingredientes, pero un resultado espectacular.
En la actualidad, con el resurgimiento del interés por las técnicas artesanales y la cocina casera, hacer pan en el hogar se convirtió en una actividad gratificante y cada vez más popular. Así, el pan casero no solo nutre el cuerpo, sino también el espíritu, al conectar a las personas con una tradición ancestral y con el placer de crear algo esencial con sus propias manos.
Ingredientes:
- 4 cucharadas de harina leudante
- Sal
- 1 cucharada de Aceite
- 4 cucharadas de agua
Preparación:
Para comenzar con esta receta de pan, lo primero que vas a hacer es tomar un recipiente, en el que vas a colocar 4 cucharadas de harina leudante. Recordá que deben ser cucharadas colmadas.
A continuación, añadís sal y una cucharada de aceite; mezclá bien.
Luego, es el turno de las cucharadas de agua. No tengas miedo, aunque parezca que la preparación no va a homogeneizar como de costumbre, tené en claro que, amasando, vas a obtener un buen resultado.
Vas a dejar descansar esta preparación por al menos unos 15 minutos.
Luego vas a estirar la masa de manera tal que quede para al menos dos porciones.
Tomá una sartén y llevá esta masa a un fuego medio hasta dorar de ambos lados. Esto no demora más de unos 3 minutos, ya que estamos trabajando con una masa sencilla y muy delgada.
Sin lugar a dudas, el resultado de esta receta de pan es increíble, obtenés un pan muy delicioso, ideal para armar tus sanguchitos tostados, o para mantener una dieta equilibrada en tiempos donde surgen un sinfín de propuestas para no perder los objetivos.
Está claro que de la mano de esta técnica podés crear panes de sabores únicos. Lo importante es que con un poco de imaginación te permitas disfrutar de este tipo de paso a paso, simples, con los que podés cambiar tus rutinas.
